La inteligencia artificial está cambiando el mundo, los procesos y la organización de las empresas, y los negocios. Incluso, la manufactura y la industria. Pero la IA tiene muchas, muchísimas limitaciones. Hay cosas que no puede hacer tan bien como los hacemos los humanos. Y si nos enfocamos en desarrollar estas áreas nos podría ayudar a complementar las capacidades de la IA, a mantener habilidades valiosas e, incluso, a conservar puestos de trabajo que efectivamente están en riesgo. Me voy a referir, concretamente, al sector industrial o manufacturero.
I. Limitaciones y Carencias de la Inteligencia Artificial
Dicen que la Inteligencia Artificial carece de curiosidad, que es una emoción que involucra la búsqueda de información, conocimientos y experiencias nuevas y es el impulso para el desarrollo del pensamiento. Y carece de pensamiento crítico y de creatividad.
Aunque los sistemas de IA modernos están diseñados para explorar y aprender de forma autónoma, poseen ciertos mecanismos de exploración, que podrían considerarse una forma de «curiosidad artificial».
También, las IAs más avanzadas pueden analizar información de manera lógica, identificar inconsistencias, evaluar argumentos, y tomar de decisiones basadas en evidencias, que constituyen una forma de pensamiento crítico artificial.
Y la IA generativa nos ha dado muestras de capacidades creativas en muchos campos como el arte, la música, el video, la escritura, a través de software como Pika Art, Pixvers, Kling AI, Dall-E, etc..
Es decir, la IA puede combinar ideas existentes para crear formas novedosas. Pero la IA no puede crear algo verdaderamente original de la nada.
Se ha hablado mucho sobre que los mecanismos de la IA en relación a la curiosidad, pensamiento crítico y creatividad son muy limitados, y que los humanos debemos potenciar precisamente estas capacidades.
Pero creo que la inteligencia artificial también presenta grandes debilidades en otras zonas fundamentales del desarrollo humano.
Por ejemplo:
Tu sabes muy bien qué es el color amarillo. O cómo es el sonido de un saxofón.
Pero la IA no tiene la capacidad de vivir la experiencia de ver o sentir ese color o escuchar ese sonido.
Tampoco tiene conciencia ni experiencia subjetiva. No tiene una vivencia interna, ni sentimientos y un sentido del «yo».
La IA no tiene una percepción consciente ni del mundo ni de sí misma.
No sabe que es un algoritmo que funciona basándose en un modelo de lenguaje entrenado con grandes cantidades de datos.
Y que sus respuestas se generan a través del procesamiento de lenguaje natural, y no a través de pensamientos o sentimientos auténticos.
¿De qué más cosas carece la Inteligencia Artificial?
La IA carece de comprensión profunda del contexto cultural, histórico o emocional. Si no la entrenas, no lo tendrá conocimientos.
Tampoco tiene una comprensión intrínseca de la moralidad o la capacidad de hacer juicios éticos complejos. A menos que se entrene o programe.
Imagina que en una empresa el algoritmo, detecta que la producción de un producto químico tóxico es muy rentable, decida aumentar su producción sin valorar las consecuencias ambientales o de salud.
La IA carece de empatía y de inteligencia emocional. La emoción es genuinamente humana. O mejor dicho, animal.
La IA es excelente en tareas específicas, pero carece de la adaptabilidad general que tenemos los humanos para enfrentarnos situaciones totalmente nuevas.
La IA es principalmente correlacional, y tiene enormes dificultades para entender relaciones causa-efecto complejas.
No tiene Intuición ni «sentido común».
Le cuesta mucho tomar de decisiones en situaciones ambiguas.
Y carece de pensamiento abstracto y filosófico, que son acciones exclusivamente humanas.
II. Oportunidades de los Humanos Ante las Limitaciones y Carencias de la IA
De estas limitaciones surgen oportunidades.
Los humanos deberíamos centrarnos más en cultivar el sentido del «yo» y la capacidad de tener experiencias conscientes.
Mejorar la capacidad de entender y aplicar contextos culturales, históricos y emocionales complejos.
Fortalecer las bases y lo criterios éticos.
Cultivar la empatía y la inteligencia emocional como ventajas excepcionales en las interacciones sociales, empresariales y profesionales.
El trabajo en equipo, la colaboración, la simpatía auténtica,..
Mejorar las capacidades de adaptabilidad natural ante situaciones completamente nuevas e imprevistas.
Profundizar en el entendimiento causal en las relaciones causa-efecto complejas.
Desarrollar aún más la intuición y el «sentido común» para la toma de decisiones y la resolución de problemas y conflictos, en los que la IA también tiene mucho que aportar.
Mejorar la toma de decisiones en situaciones ambiguas, en contextos poco claros o con información muy limitada.
Fomentar el pensamiento abstracto y filosófico.
Y sobre todo, potenciar la creatividad original: el pensamiento divergente, la innovación disruptiva, la imaginación abstracta, las conexiones no obvias, y los saltos creativos, como ventajas creativas en campos como el arte, la ciencia, la tecnología y la innovación.
III. Cómo Potenciar las Capacidades Humanas Frente a las Limitaciones de la IA en el Sector Industrial
Para aprovechar al máximo las habilidades humanas y superar las carencias y limitaciones de la IA concretamente en el sector industrial, se podría adoptar un enfoque multifacético para humanizar la industria.
Centrándose, por ejemplo, en los siguientes puntos:
- Innovación en procesos y productos industriales:
Promover la creatividad original en la concepción del diseño y procesos de fabricación, ya que la IA se caracteriza por generar diseños genéricos, como churros.
Asimismo, aprovechar la capacidad humana para imaginar soluciones disruptivas a problemas complejos de producción industrial.
- Diseño de experiencias y productos centrados en el usuario:
Explotar la comprensión profunda de la experiencia humana para crear productos que se integren emocionalmente con los consumidores.
- Gestión de crisis y adaptabilidad:
Aprovechar la versatilidad humana para gestionar situaciones inesperadas en la línea de producción o la cadena de suministro. - Mejora continua y optimización:
Mejorar las capacidades humana para identificar y resolver ineficiencias en los procesos industriales, superando las limitaciones de la IA basada en correlaciones.
- Interacción humano-máquina, humano-robot:
Desarrollar interfaces y sistemas de colaboración entre humanos y máquinas o robots que maximicen los beneficios de la empatía y la inteligencia emocional humana.
- Ética y responsabilidad social:
Incorporar mejores prácticas y juicios éticos sobre la sostenibilidad y impacto social en las decisiones relacionadas con la inteligencia artificial, la robótica y la automatización industrial.
- Investigación y desarrollo:
Aplicar la curiosidad y la creatividad original humana para explorar nuevas tecnologías, nuevos materiales y nuevos procesos que puedan revolucionar la producción industrial.
Al centrarnos en estos aspectos, las empresas podrán aprovechar al máximo las capacidades humanas para superar las limitaciones de la IA en el sector industrial y alcanzar un crecimiento sostenible y beneficioso para todos.